Introducción
Cada cultura es una forma específica de definir y delimitar la realidad, y la antropología científica intenta analizar, de la manera más objetiva posible, todos y cada uno de los elementos a través de los cuales los hombres construyen sus majestuosas, afiligranadas, endebles y al mismo tiempo duraderas edificaciones ‑fortalezas en cuyo interior estos establecen unas determinadas relaciones entre ellos y su entorno, entre los seres que se imaginan y sueñan que también existen‑ aunque no sean perceptibles de la misma forma como lo son las cosas y sus semejantes.[1] En el caso del acercamiento antropológico de la Biblia, según Krijn Van Der Jagt:
Este se refiere a la cultura de la sociedad que ha producido los textos antiguos. Los antropólogos tratan el texto bíblico como un sistema cultural. Los eruditos que escudriñan un texto bíblico antiguo se encuentran interpretando un sistema cultural que está muy lejos de su propia cultura. De hecho su labor se parece mucho a la de los antropólogos occidentales que estudian una cultura foránea. La diferencia principal consiste en que el estudioso bíblico no puede estudiar en forma directa la sociedad que ha producido el texto bíblico. Debe trabajar sólo con textos, pues que la sociedad antigua los produjo y que no existe como entidad viva.[2]
La presente monografía es un estudio de la metodología antropológica como parámetro de la crítica socio científica del Antiguo Testamento. Cabe destacar que no se analizarán todos los “acercamientos antropológicos”[3] ni se pretenderá iluminar el trasfondo del texto del Antiguo Testamento, y su significado, sino más bien analizar a manera de esbozo los acercamientos antropológicos a los textos antiguos.[4]
La interpretación de los textos desde la perspectiva antropológica.
Antes de entrar de lleno al tema es necesario clarificar que, aunque la mayoría de la gente piensa que los antropólogos estudian fósiles y culturas preindustriales, ‑y de hecho, lo hacen‑ la antropología va mucho más allá de eso. Es una disciplina de carácter comparativo que analiza todas las sociedades, antiguas y modernas, simples y complejas. La mayoría de las restantes ciencias sociales tienden a centrarse en una única sociedad. “La antropología no obstante ofrece, una perspectiva transcultural única, comparando constantemente las costumbres de una sociedad con las de otra.”[5]
La interpretación de sistemas culturales depende en gran parte del análisis del significado de símbolos.[6] Lo mismo se puede decir de la interpretación de un texto. Un texto es una estructura simbólica específica, una unidad de significado que forma parte de una red de representación simbólica más amplia.[7] Van Der Jagt dice que:
Un texto particular de la Biblia hebrea, ya sea un poema, un relato o un texto legal, tiene una relación con una serie de sistemas culturales. Estos sistemas forman parte de un sistema cultural general al que llamamos la cultura del antiguo Israel. Por lo tanto cuando se estudia un texto particular de la Biblia hebrea, se debe ubicar dicho texto dentro del sistema cultural general del antiguo Israel. Se tiene que relacionar ese texto con todos los sistemas culturales pertinentes, como lengua, arte narrativa, poesía, estructura social, religión familiar, teología Yavista y otros.[8]
De tal manera que para efectos de análisis textual de la Biblia, la antropología lingüística ofrece la mejor ilustración sobre el interés por la comparación, la variación y el cambio del texto.
Los antropólogos lingüísticos estudian el lenguaje en su contexto social y cultural, en el espacio y a través del tiempo. Algunos hacen inferencias sobre características universales del lenguaje, ubicándolas a uniformidades del cerebro humano. Otros reconstruyen lenguas antiguas mediante la comparación de sus descendientes contemporáneos y, al hacerlos descubren nuevas facetas de su historia. Incluso otros estudian las diferencias lingüísticas para descubrir percepciones y patrones de pensamiento diversos en una multitud de culturas. El estudio de estas variaciones lingüísticas en su contexto social se denomina sociolingüística. Esta analiza la diversidad dentro de una lengua única para mostrar cómo el habla refleja diferencias sociales.[9]
Tomando en cuenta el análisis anterior, se podría decir que la interpretación válida de un texto del Antiguo Testamento depende de una serie de elementos claves. (1) “Depende de lo bien que se conozca la lengua en que se escribió el texto”[10] Hebreo. Marvin Harris dice que:
La capacidad humana para la cultura, desde la tecnología a la religión, se basa en el desarrollo únicamente humano del lenguaje y el sistema de pensamientos basados en él. Un sistema de comunicación que tiene universalidad semántica puede transmitir información sobre aspectos, ámbitos, propiedades, lugares o acontecimientos del pasado, presentes o futuros, reales, posibles o imaginarios, cercanos o lejanos.[11]
Esta universalidad semántica que menciona Harris se alcanza según Grimson “mediante un número muy pequeño de sonidos arbitrarios llamados fonemas.”[12] Al desarrollo de esta semántica también se le debe agregar los morfemas, que son “unidades más pequeñas de la lengua que tienen un significado definido.”[13] Tomando en cuenta esto se puede decir que:
Antropológicamente, la gramática consiste en conjuntos de reglas inconscientes para combinar los fonemas en morfemas y los morfemas en oraciones apropiadas. Algunos lingüistas también incluyen las reglas para interpretar el significado de las palabras y las reglas para hablar con propiedad con contextos concretos como parte de la gramática.[14]
Estas reglas inconscientes similares que menciona Harris rigen la combinación de morfemas en oraciones. “Esta rama de la gramática se llama sintaxis, donde los hablantes nativos, pueden distinguir entre oraciones gramaticales y no gramaticales aun cuando nunca hayan oído antes las combinaciones concretas.”[15]
Como se puede apreciar el estudio de la lengua ‑en este caso la hebrea‑ en dimensión antropológica requiere tomar en cuenta una serie de parámetros que sirven para reconstruir el texto de una cultura determinada y de esa manera entender al hombre, el desarrollo de su pensamiento y en este caso la composición de un texto religioso.
La segunda característica para la interpretación de un texto del Antiguo Testamento depende de: (2) hasta qué punto se ha captado el significado de conceptos claves específicos.[16] Por ejemplo la concepción que tiene el hombre sobre su destino ha estado latente a lo largo del desarrollo de todas las culturas.
No pocos textos del Antiguo Testamento se ocupan de la cuestión del destino propio del hombre. Las respuestas decisivas van en la misma dirección. Hay que tomar este hecho como una aparición extraordinaria en el orden histórico del espíritu, en especial a la vista de la evolución lingüística, de las diferencias en el modo de enfocar las cosas y de la multitud de géneros literarios dentro de la literatura veterotestamentaria de un milenio. Porque precisamente nada es más extraño al Antiguo Testamento que una antropología sistemática, es seductor e iluminante encontrar tendencias parecidas en distintos estratos.[17]
El de donde del destino humano es incuestionable bíblicamente, aunque pueda discutirse en otros sitios de la antropología ‑en especial la antropología cultural‑ si se decide entre ellos una lucha entre dioses, el ciego destino o el propio yo. Por lo tanto para resolver esta disyuntiva del hombre quizá tenga que recurrir al concepto clave específico de Deuteronomio 6:4 oye Israel Yahvé, nuestro Dios, Yahvé únicamente. Donde el pensamiento teológico no deja lugar a duda de que es Yahvé, el que determina finalmente el destino del hombre. Walter Wolff dice:
Es esta una idea constante desde los antiguos himnos, ordenaciones jurídicas y relatos del hombre primitivo, pasando por la profecía, el estado Deuteronómico y la gran historiografía hasta las tentaciones de Job, el escepticismo de Qohelet y la escatología apocalíptica. Yahvé, como salvador y juez de Israel, como creador y protector del hombre no ha dejado oscuro mediante sus mensajeros humanos, a que está destinado el hombre.[18]
La tercera característica para la interpretación de un texto del Antiguo Testamento depende de: (3) La correcta comprensión de “estructuras”[19] específicas dentro del texto, como las estructuras retóricas específicas y los modelos específicos que se han empleado para referirse a la realidad. Van Der Jagt dice que: “Esto quiere decir, hasta qué punto ha sido adecuada la forma en que se ha relacionado el texto con todos los sistemas culturales vigentes y hasta qué punto se han comprendido bien esos sistemas.”[20] El estudio de la estructura simbólica propuesta por Levi-Strauss descansa en dos principios diferentes:
En primer lugar, un elemento nunca recibe interpretación simbólica por sí mismo, sino únicamente en cuanto se opone a, por lo menos, otro elemento; en segundo lugar, no hay domino de interpretación única, sino un conjunto de dominios llamados códigos en que se interpretan las opciones simbólicas.[21]
Al estudiar un texto bíblico, se puede encontrar en medio de un “bosque de símbolos” [22] expresión tomada del antropólogo Victor Turner. El intérprete de un texto dado necesita descubrir el significado de una gran variedad de símbolos y de estructuras simbólicas. Krijn Van Der Jagt expresa que:
Los textos bíblicos con frecuencia se refieren a símbolos no verbales, como sangre, agua, grasa, así como acciones específicas, como quitarse un zapato y tirarlo al suelo. Se espera que los estudiosos de un texto bíblico se ocupen de significados incrustados en una serie de formas simbólicas, que analicen modelos, metáforas y motivos literarios, y finalmente que extraigan los valores básicos subyacentes en el mensaje del texto.[23]
Tomando en cuenta la opinión de Strauss, es importante tener presente que la interpretación de una cultura y, por tanto la interpretación de un texto, nunca puede considerarse como totalmente acabada. Se puede afirmar que la interpretación de un texto desde la antropología es intrínsecamente incompleta.[24]
A manera de síntesis Hymes presenta algunos aspectos fundamentales que se deben tomar en cuenta a la hora de estudiar un texto antiguo.
La realidad del mundo se construye a través del lenguaje. El mundo se construye en la conciencia del individuo con el dialogo con aquellas personas más significativas. Todo sistema de comunicación y de interacción se realiza a través de símbolos, los cuales por su parte, transmiten una serie de significados y de valores comunes para la mayor parte de los miembros de una cultura. Estos sistemas no se agotan en sí mismos, no es que digan algo sobre algo únicamente sino que son hacer algo. Los sistemas de comunicación funcionan socialmente. Esto es todo sistema de comunicación textual únicamente es válido dentro de unas condiciones sociales exteriores, al propio funcionamiento interno.[25]
Las tres características generales y claves para La interpretación de los textos antiguos desde la perspectiva antropológica son:
a. Conocer la lengua en que se escribió el texto.
b. Captar los conceptos claves específicos.
c. Conocer las estructuras específicas del texto.
Habiendo visto las características generales de cómo el interprete debe acercarse al texto con una visión antropológica, Van Der Jagt se vuelve más específico y menciona cuatro componentes claves del texto bíblico, que con frecuencia, resultan cruciales para una interpretación significativa: “La descripción, el concepto, la metáfora y el relato.”[26]
Descripción
Dentro de la antropología lingüística, se encuentra las áreas de la lingüística descriptiva que estudia los sonidos, la gramática y los significados en lenguas concretas y la lingüística histórica que considera la variación en el tiempo, los cambios del sonido, la gramática y el vocabulario. Conrad Phillip dice que:
Una de las razones para la variación es la geografía, como lo es el caso de los acentos y dialectos regionales. La variación lingüística va asociada a las divisiones sociales, y los ejemplos de ello incluyen el bilingüismo de los grupos étnicos y los patrones del habla asociados a ciertas clases sociales. Los antropólogos sociales y culturales colaboran en el estudio de los vínculos entre el lenguaje y otros aspectos de la cultura.[27]
Esta perspectiva de Conrad es aplicable al proceso de cambio en el lenguaje e inclusive en la cultura del pueblo hebreo al volver del exilio. Por lo tanto para entender el concepto de descripción es necesario remontarse a que el punto de vista que se presenta en los relatos bíblicos es el nativo. “El lector de un texto debe, por tanto, esforzarse por descubrir la perspectiva nativa del texto antiguo.”[28]
Conceptos
En cada cultura se desarrollan conceptos específicos y estos se relacionan con la percepción de la vida que tiene la comunidad. Todas las culturas desarrollan conceptos acerca del yo, y de los otros, de la naturaleza, el trabajo, el tiempo el poder, la enfermedad y lo sobrenatural. Quien desee comprender los pensamientos de un grupo de persona, deberá intentar analizar la forma como las personas han formulado sus pensamientos. Clifford Geertz dice que:
El ser humano percibe el yo como constituido en dos partes: la parte interna y la externa. Se percibe el mundo interior como refinado y puro, en contraposición al exterior, que es tosco. Idealmente, el ser humano debe mantener su mundo interior puro y calmo. De igual modo, debe mantener un sentido de paz interior y tener relaciones serenas con el mundo exterior a pesar del aspecto tosco del mismo. En la literatura antropológica se emplea con este sentido los términos émicos y éticos. Los términos émicos son conceptos cercanos a la experiencia o términos locales, son específicos en cada cultura, en contraposición a los términos éticos, que forman parte de la jerga universal de la ciencia moderna y de la cultura global.
Por ejemplo el concepto hebreo de Nefesh expresa la percepción cultural israelita del yo. “Este concepto se refiere a una concepción particular del ser humano que en el mundo cultural del antiguo Oriente Próximo resultaba nueva: el ser humano como persona independiente.”[30] En síntesis es fundamental que en toda traducción de la Biblia Hebrea se viertan estos conceptos en forma contextual, ya que son términos cargados de significado.
Metáfora
La invención de la metáfora en el lenguaje se puede comparar a la invención del celular en la tecnología. En una expresión metafórica, se utiliza una imagen algo conocida para referirse a algo desconocido. Las metáforas pueden utilizarse como instrumentos para crear un mundo más allá del mundo empírico. Krijn Van Der Jagt expresa que:
Los textos religiosos antiguos son ricos en expresiones metafóricas. Se puede decir que estos textos son verdaderas redes de metáforas. Las metáforas son símbolos o signos especiales que transmiten la esencia del mensaje que el escritor quiere comunicar. Reflejan la cognición y percepción de culturas específicas. Por ejemplo en los textos bíblicos se encuentran toda una serie de metáforas que se refieren a lo absoluto que es Dios. Las metáforas de Dios como padre o madre, guerrero, pastor, roca y así sucesivamente, expresan pensamientos antiguos sobre lo divino.
Relato
En la Biblia Hebrea se encuentran una gran cantidad de relatos. Estos relatos bíblicos no son sólo delicadas obras de arte, de lectura agradable, sino que también sirven como fuentes que facilitan la comprensión de la lectura del antiguo Israel. El género narrativo de hecho, es una forma vigorosa de expresar como se percibe el mundo. Así como la descripción, los conceptos y las metáforas revelan significados culturales específicos, los relatos constituyen una ventana hacia la cultura.[32]
Conclusión
El enfoque antropológico en los acercamientos a los textos antiguos y en los estudios bíblicos no puede considerarse como un método de investigación totalmente nuevo. De hecho, se puede ver como una ampliación del método histórico crítico. Un enfoque similar es el énfasis en la búsqueda del SITZ IM LEBEN del texto antiguo. Según Van Der Jagt. El método histórico crítico toma del enfoque antropológico un conjunto de instrumentos más refinados. Estos instrumentos provienen de las ciencias sociales y de la lingüística. El enfoque antropológico sitúa al texto en el contexto cultural del antiguo Oriente próximo. Esto da al estudiante y al lector una perspectiva nueva de acercamiento al texto e invita a que como estudiantes de la Biblia tengamos apertura a las ciencias sociales como parte de nuestro desarrollo teológico, hermenéutico y contextual.
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[2] Krijn Van Der Jagt, Interpretación de la Biblia: Acercamiento desde la antropología, José María Blanch (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 2005): 10.
Adolfo Borges dice al respecto: El conocimiento humano y la comprensión de la realidad pasada y presente se fortalecen en la medida que los diferentes campos del saber se interrelacionan y nutren mutuamente. Hoy día el progreso y avance tienden a ser marcadamente interdisciplinario actividad. El trabajo de las ciencias bíblicas no escapa a dicho proceso, pues cada día los especialistas bíblicos consultan otras especialidades, particularmente las ciencias humanas, para comprender mejor, hasta donde sea posible el contenido del texto. En ese sentido, se ha despertado un interés por aplicar las ciencias sociales a la investigación bíblica, dando como resultado la crítica socio científica de la Biblia. Adolfo Borges, La crítica socio científica del Antiguo Testamento, descripción y evaluación. (Tesis Maestría en Biblia, 1998):1. Ver también a Marvin Harris, El desarrollo de la teoría antropológica, Una historia de las teorías de la cultura, trad. Ramón Valdés ((Madrid: Editorial Siglo XXI, 1998): xi + 690. Se recomienda el capítulo 20 sobre Emic, Etic y la nueva etnografía.
[3] Las subdisciplinas de la antropología se dividen en: Antropología cultural, arqueológica, biológica o física, lingüística y aplicada. Mercedes Fernández Martorell, ¿Qué estudian los antropólogos? (Santiago: Editorial Santillana, 2001): 7.
[4] Esta dirección cabría según Martorell en la antropología lingüística como punto de partida para este estudio. Un punto importante a clarificar es que se tomará como base la tesis de Krijn Van Der Jagt, en dialogo con otras obras de antropología y acercamientos lingüísticos.
[5] Conrad Phillip Kottak, Antropología, una exploración de la diversidad humana, trad. José Lisón Arcal (Madrid: McGraw-Hill, 2000): 2.
[6] Según Clifford Geertz: “Es un racimo de símbolos sagrados, entretejidos en una especie de todo ordenado, lo que forma un sistema religioso. Para quienes están entregados a él, semejante sistema religioso parece procurar genuino conocimiento, conocimiento de las condiciones esenciales en que la vida debe o necesita ser vivida. El estudio antropológico de la religión es por lo tanto una operación de dos etapas: analizar el sistema de significaciones representadas en los símbolos, sistema que presenta a la religión, y segundo, se trata de referir estos sistemas a los procesos sociales y psicológicos.
Clifford Geertz, La interpretación de las culturas, trad. Alberto Bixio (Barcelona: Editorial Gedisa, 2003): 117, 120.
[7] La tarea fundamental de los fenomenólogos sociales o interaccionistas simbólicos –nombres que genéricamente pueden también ser aplicados a aquellos antropólogos que otros enmarcan dentro de la semántica etnográfica y de la etnografía de la comunicación‑ consiste, en general, en el desciframiento de los sistemas de comunicación humanos. La tarea de estos antropólogos consiste en: (1) el análisis de los sistemas humanos de comunicación en relación con los sistemas de comunicación de los animales. (2) el análisis de sistema de comunicación no verbal tales como el lenguaje proxémico, el cinésico, el objetual, el gestual y la presentación del yo o máscara. (3) en el estudio de los sistemas de comunicación hablada a través de cuya estructura es posible determinar el uso de la lengua en la vida social. Dentro de este campo son de destacar especialmente las comunidades lingüísticas y los repertorios lingüísticos. Jesús Azcona, Para comprender la antropología, segunda parte la cultura (Navarra: Editorial Verbo Divino, 2002): 133.
[8] Krijn Van Der Jagt, Interpretación de la Biblia: Acercamiento desde la antropología: 14.
[9] Conrad Phillip Kottak, Antropología, una exploración de la diversidad humana:
[10] Krijn Van Der Jagt, Interpretación de la Biblia: 14.
[11] Marvin Harris, Introducción a la antropología general (Madrid: Editorial Siglo XXI, 1998): 411. Según Harris los lenguajes humanos consiguen su universalidad semántica en parte al poseer el rasgo conocido como productividad (a cualquier mensaje que enviemos se puede agregar otro cuyo contenido no se puede predecir a partir de la información existente. Otro componente en el concepto de universalidad semántica es el rasgo conocido como desplazamiento (Un mensaje está desplazado cuando el emisor o el receptor no tienen ningún contacto sensorial con las condiciones a los que se refiere el mensaje). Otro rasgo sorprendente de los lenguajes humanos es el grado sin precedente con que se construye a partir de sonidos cuya forma física y significados no han sido programados en nuestros genes.
[12] Alejandro Grimson, Interculturalidad y comunicación (Bogotá: Grupo Editorial Norma, 2001): 61-62. Los fonemas son sonidos que los hablantes nativos perciben como distintos. Así los componentes básicos del lenguaje humano tienen dualidad de organización: los mismos sonidos contraste se combinan para formar mensajes diferentes. Los fonemas consisten en sonidos llamados fonos, el sistema fonémico de una lengua determinada se compone de conjunto de fonos que son arbitraria e inconscientemente percibidos por los hablantes como contraste.
[13] Marvin Harris, Introducción a la Antropología general: 418.
[14] Ibid.: 416.
[15] Alejandro Grimson, Interculturalidad y comunicación: 62.
[16] Krijn Van Der Jagt, Interpretación de la Biblia: 14.
[17] Hans Walter Wolff, Antropología del Antiguo Testamento, trad. Severiano Talavero (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1975): 291.
[18] Ibid. Para ver todo el detalle sobre el destino del hombre consulte esta obra en las páginas 291-299.
[19] Uno de los intentos más difundidos en las dos últimas décadas del mundo de la antropología, consistió en esclarecer la estructura interna subyacente en los mitos, en los textos y en el simbolismo. Jesús Azcona, Para comprender la antropología: 68.
El representante más destacado de esta tendencia de estructuras es Clude Levi-Strauss. Clude Levi-Strauss, Un nuevo discurso del método, trad. Santiago Montes (El Salvador: Ministerio de Educación, Dirección de Publicaciones, 1974).
[20] Krijn Van Der Jagt, Interpretación de la Biblia: 14.
[21] Claude Levi-Strauss, Mito y significado (Madrid: Editorial Alianza, 1987): 157. La crítica que se realiza al estructuralismo de Strauss, la realiza su discípulo Sperber, quien dice que: Strauss no explica o interpreta los fenómenos simbólicos, sólo los organiza y los reduce a signos. Dan Sperber, El simbolismo en general (Barcelona. Anthropos, 1978) en Jesús Azcona, Para comprender la antropología: 68.
En relación al tema del simbolismo Ricoeur introduce una nueva variación metodológica que será esencial en la constitución de su filosofía: la hermenéutica. La necesidad de comprender más y de otra manera al ser humano, le lleva a introducirse en el universo simbólico y mítico y a aplicar sobre este universo, reglas de interpretación. En De l’interprétation. Essai sur Freud, la concepción del símbolo y de la hermenéutica reciben una considerable ampliación. De esta obra se puede centrar la atención en dos pares de conceptos. El primer par, se refiere a la tensión entre una hermenéutica como donación de sentido frente a una hermenéutica como ejercicio de sospecha. El conflicto de interpretación que se genera entre dichas hermenéuticas requiere de una filosofía reflexiva que sea capaz de mediar en dicho debate. Ahora bien, el concepto que propone Ricoeur para realizar la mediación en este conflicto de interpretaciones es el símbolo. Éste posee una capacidad de sobre determinación, que consiste en la posibilidad de articular en sí mismo una interpretación desde la perspectiva de la hermenéutica como recolectora de sentido o desde una hermenéutica de la sospecha. La tensión dialéctica entre una hermenéutica como ejercicio de sospecha y una hermenéutica donadora de sentido, dirigidas a la comprensión del ser del hombre, remiten a un segundo par de conceptos que Ricoeur denomina dimensión arqueológica y dimensión teleológica de la subjetividad. La arqueología y la teleología juegan un papel importante en la elaboración de su antropología filosófica. Si en la dialéctica de lo voluntario y lo involuntario se busca acceder a la experiencia integral del Cogito y en la tensión entre lo finito y lo infinito se revela la desproporción ontológica; en este tercer momento dialéctico lo que se busca es la superación de un Cogito falso e ilusorio y la mejor instancia para lograrlo es el psicoanálisis entendido como una hermenéutica de la sospecha. Para Ricoeur la noción de arqueología del sujeto es una categoría especulativa que la filosofía reflexiva obtiene del psicoanálisis freudiano. Ángel Adaya, “Antropología y libertad en la fenomenología hermenéutica de Paul Ricoeur”, Thémata, revista de filosofía 39 (2007): 359.
[22] Victor Turner, The Forest of Symbols: Aspects of Ndembu Ritual Ithaca (New York: Cornell University Press, 1967).
[23] Krijn Van Der Jagt, Interpretación de la Biblia: 14.
[24] Dentro de los peligros de la crítica socio científica mencionados en las notas de la clase de Crítica del Antiguo testamento se hizo mención al carácter especulativo del uso de esta crítica. Las especulaciones que se dan en este ámbito son: acerca de la metodología a seguir, acerca de las leyes sociales a aplicar y el querer ir más allá de la evidencia textual. Gary Williams dice que los que practican y promueven la crítica socio científica atribuyen poco valor, si alguno, al texto bíblico como fuente de información histórica. Esto da lugar a mucho subjetivismo en la reconstrucción de la historia de Israel. Gary Williams, Crítica socio científica (Apuntes de la materia Critica del Antiguo Testamento, Seminario Teológico Centroamericano, 2009): 2.
Cabe destacar que el autor de esta monografía no está de acuerdo con el postulado del Dr. Williams, ya que si bien es cierto el método socio científico puede ser especulativo, hay que reconocer que el texto en muchos casos no entrega mayor información en relación al entorno social y su significado. También se debe recordar que el texto lo forman palabras que se producen a partir de determinada cultura y sociedad y que estas evolucionan al igual que el texto como un estadio de desarrollo dentro de los procesos sociales.
[25] D. Hymes, Hacia las etnografías de la comunicación (1964) en Jesús Azcona, Para comprender la antropología: 135-36.
[26] Van Der Jagt, Interpretación de la Biblia: 14.
[27] Conrad Phillip Kottak, Antropología, una exploración de la diversidad humana: 10.
[28] Van Der Jagt, Interpretación de la Biblia: 15. Dentro de la descripción, el antropólogo encuentra que en la Biblia hay una cantidad considerable de lenguaje preceptivo. Los textos legales del Pentateuco son de naturaleza preceptiva. De nuevo se debería estar consciente de la índole peculiar del lenguaje preceptivo, ya que el precepto se puede considerar sólido. Esto quiere decir que el precepto no refleja por necesidad hechos históricos acerca de leyes y costumbres reales, sino más bien presenta la visión del mundo de los escritores.
[29] Clifford Geertz, Local Knowledge: Further Essays in Interpretative Anthropology (New York: Basic Book, 1983): 59-62.
[30] Van Der Jagt, Interpretación de la Biblia: 17. En la cultura israelita antigua, se veía al ser humano como un ser que se esforzaba y luchaba, se percibía como un alma viviente, un ser que tenía en sí el principio de vida. En el antiguo Israel ya no se veía al ser humano como un concepto, un juguete de los dioses. Esta forma de pensar fue muy difundida en el Antiguo Oriente Próximo
[31] Ibid.
[32] Conrad Phillip Kottak, Antropología, una exploración de la diversidad humana: 118. Cp. Van Der Jagt, Interpretación de la Biblia: 17